Cada Noche

Y aquí estoy yo, como cada noche vuelvo a mi casa, pero esta noche es distinta, la luna es distinta, las estrellas son distintas. Veo mi rostro reflejado en el espejo y me pierdo entre la multitud de sombras que esconden mi verdad. Hoy no me veo a mi mismo, soy capaz de abstraerme y juzgarme objetivamente sin tan siquiera ser consciente de ello. Me miro, pienso… mis ojos rojos por influjo de cualquier estupefaciente miran la imagen que se dibuja ante mi, una imagen triste, abandonada a su suerte. No hay futuro, no hay pasado, simplemente no ay nada. No hay nada por lo que merezca la pena luchar, un mundo de mierda…y que? Para que? Nunca conseguiremos cambiarlo, manifestaciones, represión, rebeldía… rebeldía que morirá al amanecer escapándose de nuestras manos. Me miro… no veo diferencia entre los demás, una cresta de color, pulseras con pinchos, ropa provocativa… no sirven de nada si nuestra mente no es provocativa, si no estamos dispuestos a actuar por lo que de verdad creemos. Ya no miro el espejo, sino a mi alrededor, el sitio donde me a tocado vivir. Un sitio pequeño, una cama, una triste ventana que ahora deja ver la luz del amanecer… simplemente dejo mi mente divagar hasta mundos desconocidos donde las injusticias carecen de todo sentido por que no existen, no tienen lugar. Se que cuando camino por la calle, con mi paso lento y mi mirada perdida, la gente me mira, y si pudieran mi señalarían y me tacharían de raro… pero… soy yo el raro? Yo que deseo el cambio de este sistema de mierda? Yo? Que intento luchar por lo que veo justo? Quien es el raro entonces? Me siento en mi cama, incapaz de dormir ni tan siquiera un segundo, no puedo con tanto pensamiento en mi cabeza. Una vida… unos ochenta años… merece la pena estar ochenta años sufriendo? Dejando pasar las oportunidades? Pensando en todos los errores que cometimos un día y que ya no podemos cambiar? Soñando con un mundo que jamás veremos en la realidad?... he vuelto a mi asiento, delante de mi espejo, he decidido acabar con todos los problemas, con todos los temores. Mi última cerveza resbala por mi garganta como si fuera oro líquido. Me enciendo un cigarro… esa sensación de paz que nos ofrece la nicotina es distinta a cualquier otra, simplemente diferente. Me vuelvo a mirar en el espejo, no estoy seguro del siguiente paso a tomar, veo como mi boca emana el humo dibujando formas en el aire que no se repetirán jamás. Ante mi, dos cajas de pastillas, todas ellas sumadas a todo lo que he tomado serían capaces de arrancarle la vida hasta a el más fuerte. Otros trago de mi cerveza… no pienso acabar con esto hasta que me la halla acabado. Se acerca el momento, la lata vacía oscila ante mi mirada cristalina. Ha llegado el momento de abandonar, de rendirse a lo que es más poderoso que uno mismo, para descansar en paz eternamente. Voy juntando las pastillas, una a una salen de su envoltorio, tan blancas, tan redondas, tan jodidamente perfectas, que me dan envidia solo con mirarlas. Junto unas cuantas en mi mano, las miro, no estoy seguro, pero en fin, nunca he estado seguro de nada. Me vuelvo a mirar al espejo, pero esta vez veo algo nuevo que no había visto antes… esperanza. Por que abandonar cuando todavía quedan cosas por descubrir? Por que iba yo a dejar de vivir cuando a cuatro gilipollas les diera la gana de cometer injusticias? Por que?. Vuelvo a mirar, ahora una sonrisa deslumbra mi rostro, ya no hay miedo, simplemente esperanza. Salgo a la calle, el sol empieza a apretar en este jodido día. Las miradas de la gente siguen siendo las mismas, irracionales, vengativas, acusadoras, escandalizadas, pero hoy es un día distinto, hoy todo me da igual, hoy no me influyen. Solo se que no estoy equivocado y por lo tanto no me pueden reprochar nada… hoy es un día distinto, hoy me he aceptado, hoy brilla el sol de manera distinta, hoy te buscaré, te encontraré y hoy no me dirás que no. Nunca más.