jueves, 16 de agosto de 2007

En tu ausencia se teñirán las paredes de sangre


Ya no sabía cuantas horas llevaba cruzando ese infernal laberinto. Las paredes cada vez se le hacían mas estrechas y las humedades le mojaban el alma en cada nuevo paso que daba. Ya se le habían partido todas las uñas arañando la piedra de la desesperación que la recorría, habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo…

Seguía corriendo con el único sonido de su respiración agitada y los pies ya ni los sentía, se había quitado los finos zapatos en los primeros pasos. Aún sentía en sus labios el ardor del último beso, la confianza de la última mirada de aquellos ojos que parecían devolverle la paz al mundo.

Ya podía divisar la luz al final del agobiante túnel, un esfuerzo más y estaría a salvo, lejos de quien la perseguía. Tras de sí cerró la puerta que ocultaría el mal rato pasado en las últimas horas, el laberinto daba directamente a su cuarto. Allí parecía que todo andaba bien, y aún agitada, se tumbó en su lecho a esperarle.

Calló en un profundo dueño y despertó con los rallos del sol acariciándole el rostro, pero él no esta allí y se dio cuenta de que jamás volvería. No quería un mundo en el que no se encontrara a su lado. No quería otros ojos a los que mirar, ni otros labios que besar.

El filo de Anduril brillaba resplandeciente mientras se hundía lentamente en su abdomen, la sangre teñía las sabanas de lino silenciosamente. Un último suspiro, un último recuerdo, un último sueño incumplido.

1 comentario:

Txiki dijo...

Hola!

¿También has pensado en la solucion más facil de pensar y la más dificil de ejcutar? :p

Aunque en este mundo de encefalogramas planos no hay muchxs, si que hay gente que sabe volar: habrá que mirar más hacia arriba...

Cuidate,
Agur!

PD: Estoy viendo la peli de eliseo subiela...