jueves, 10 de mayo de 2007

El resplandor de mi deseo


Recuerdo que una tarde me perdi, el crepusculo anunciaba la oscuridad y yo me perdi.
Estaba en un bosque, un bosque oscuro, oscruo y anciano. Su follaje era tan denso que hasta el respirar se me hacía laborioso. Andube por sendas, que parecian olvidadas y me adentre en la espesura sin pensar en las consecuencias.
Pasaba el tiempo y tenia calor, un calor abrasador, y estaba muy cansada, me flataba el agua, creia que moriria de sed desamparada a los pies de algún viej arbol.
Agotadas ya, casi todas mis fuerzas y con los labios en carne viva por la sequia me incorpore por ultima vez y observe en rededor.
Ante mi, crecia un grupo inmenso de zarzas de color gris ceniza, se retorcian diabolicamente en torbellinos imposibles, pero a lo lejos, en su interior guardaban una luz azulada.
Me asome, pero todo estaba demasiado tupido para ver algo, alargué mi mano y sortee como pude las espinas, pero todo fue en vano y mi articulacion regreso ensangrentada.
Ya no podia rendirme, queria saber de donde prevenia aquel resplando, queria tocarlo y mirarlo hasta quedarme ciega.
Saque una navaja de mi bolsillo y comence poquito a poco a cortar los terrorificos arbustos, al principio muy vivazmente hasta que cai al suelo de bruces con mis fuerzas por delante.
Pero aquella luz azul no cesaba y cada vez se intensificaba con mas poder, con mas sinceridad, asique arremeti con mi labor alimentando mi testarudez, cada vez faltaba menos...
Cuando volvi a alzar los ojos, reconoci el objeto de mi hastio. Era una flor, la mas hermosa que habia visto en mi vida, tenia un tallo verde oscuro, coronado por unos petalos azules como el mar nocturno.
Ahora estoy aqui, estudiando la situacion. Me quedan un par de metros para alcanzar la flor, pero cuanto mas avanzo los espinos se hacen mas afilados y retorcidos, como si me quisieran impedir el paso.
y ahora me miro a mi misma, mi ropa se deshizo en girones hace ya tiempo, mi cuerpo esta ensangrentado y amoratado y mi mente desquiziada al borde de la locura. Mis fuerzas casi han sucumbido, no he comido ni bebido, ni dormido y estoy agotada de este juego.
¿acaso me merece la pena tanto dolor por un ente efimero y que probablemente se marchite en el dia de mañana?
No se si continuar con esta lucha, pero de momento me voy a dormir.... Buenas noches

1 comentario:

Mike dijo...

Hay flores que hasta marchitas son preciosas, lo malo es que pinchen, que hagan magulladuras, en ese caso mejor buscar otras flores, que hay jardines muy grandes y hermosos por todo el mundo.
pd: me ha encantado tu blog, me has enamorado.