lunes, 18 de junio de 2007

La niña burbuja


La niña burbuja, como su propio nombre indica, vivía en una burbuja, aunque no siempre fue asi. La bautizaron con ese nombre por que nadie conoce el verdadero, y nunca nadie se intereso por saberlo. Ella vivia en un planeta mas bien cercano, su nombre era el planeta del odio y habitaba en la ciudad de la envidia. Cuando era pequeñita se dio cuenta que no era como los demas, su madre insistia en hacer de ella una señorita correcta, pero ella vibraba con la fuerza del viento y corria libre con el, y esto no le gustaba a la gente de su al rededor. A la pobre niña le empezaron a afectar las miradas recelosas de los que se cruzaba por la calle, a los que sonrreia afablemente y le fruncian el ceño... asique la niña lloro y lloro por su infelicidad y decidio buscar una solucion, no queria repetir esos sentimientos nunca mas. Se encerro en su casa y comenzo a elaborar una burbuja, una gran burbuja donde ella pudiera refugiarse y esquibar el mal odio de las miradas ajenas. Ahora la niña paseaba tranquila por las calles y las plazoletas, miraba los pajaros y los arboles, y ya no le afectaba el odio que no provenia de su interior. Aun asi, la niña nunca cerro su burbuja al mundo exterior, solo la utilizaba para pasear por la calle y librarse de los adultos amargados, en la escuela, en el parque y en su casa seguia siendo una niña como las demas. Y asi, hizo amigos, y muchos, ella tenia esa facilidad, aunque a veces hubiera preferido no tenerla. Tanta gente la fallo y la ultrajo que se escondio para siempre en su pequeña fortaleza de crital, y desde fuera, se apreciaba una mirada tan triste que toda su piel parecia de color gris. La niña fue creciendo y con ella su burbuja, que tambien se hizo cada vez mas dura y resistente debido a que su dueña prometio que cada vez que alguien la fallara añadiria una capa mas a su refugio. La niña burbuja tuvo amigos, y muy buenos, pero ninguno pudo abstraerse de la distancia de cristal que les separaba y la acabaron abandonando, pero ella era fuerte, cada vez mas, como su burbuja. Un dia, ya cuando era un poco mayor, conocio a alguien. La joven veia una luz cada vez que miraba a esa persona, sentia que a su lado el mundo era mejor, que funcionaba bien, que no le impoortaba nada. Y pasaron los dias y los meses y comenzo a experimentar cosas que nunca le habian pasado, cosas bonitas que le producian un ruborcito en el estomago. Hasta que por fin, y tras mucho pensarlo la niña volvio a abrir su burbuja y dejo pasar a esa nueva persona, fueron dias felices para ella, aunque cuando esa persona se iba, la burbuja se le hacia muy grande y le faltaba el aire. Un dia cuando los dos estaban sentados dentro de la burbuja, sin saber porque, el pecho de la niña se abrio a la mitad y a su corazon le salieron unas patitas pequeñas y salio para dormirse en el regazo del chico que se sentaba a su lado. El sonrrio y ella tambien. A la hora de despedirse el corazon se fue con el chico, y ella solo pudo agitar su mano para despedirse de ambos. Pasaron los dias y el chico no volvio, tampoco el corazon. La chica burbuja se sentia vacia, su mirada estaba vacia y su pecho tambien. Pero ella era fuerte y lo olvidaria todo y comenzaria de cero. Cogio una piedra y un cincel e hizo un retrato de como recordaba a su corazon, se reabrio el pecho, lo ubico dentro y lo volvio a coser, fuerte y cuidadosamente. Al principio no parecia demasiado infeliz, o asi le parecio a la poca gente que tenia a su al rededor, pero claro, con tantas capas en la burbuja, ya no la veian ni la sentian bien.

Pero poco a poco la niña se dio cuenta que el olvido no existia, o que ella no sabia hacerlo y a cambio aprendio a soñar, a soñar despierta. Ya no salia de su burbuja para nada y se dio cuenta que todo le recordaba a aquel muchacho que un dia le robo el corazon, asique con valentia tomo una decision. Con un soplete fundio la pequeña puerta de la burbuja y la pinto de negro por dentro. Ya no veria nada, nunca mas. La niña burbuja no sabia lo que era ya el amor ni el amar. Y durmio, y soñando se traslado al planeta de la libertad, y habito en la ciudad de la esperanza, donde amo y fue correspondida.

Y mientras su cuerpo murio en aquella negra burbuja, su espiritu corrio siempre acompañado por las verdes praderas de la ciudad de la esperanza.

4 comentarios:

juan rafael dijo...

¡Vaya! es una mejora después del último. Si imaginas una burbuja negra es espeluanznte, prefiero imaginar un buga negro con los cristales tintados, si no te importa. Besos.

DueNDe dijo...

mmm........ ke rekuerdos!

peor seria enamorarse de la niña burbuja...

Isabel Burriel dijo...

Vaya, ¡Cuántas burbujas!!!

Anónimo dijo...

aiss...yo tengo una amiga que insiste en llamarse niña-burbuja xD
un besoo!
P.D.: menuda ausencia de tildes! xD