lunes, 18 de diciembre de 2006

La Lección del esfuerzo


Cuando contaba 1o años mi madre me regalo una semilla. yo no lo di la minima importancia, aun cuando ella me explicó que esa semilla me podria enseñar una gran leccion vital. ¿como una semilla me va a enseñar algo?... pasó el tiempo y aquella semilla dormia olvidada en un cajón. 9 años despues murio mi madre, ella era una persona brillante y a mi me afecto mucho su perdida. cogi mis pocas pertenencias y me compre una pequeña casita de piedra muy cerca de la montaña. caido en el dolor me acorde de la desdichada semilla, ahora tenia un gran jardin salvaje, podia plantarla. La plante y la mimé como si de un niño pequeño se tratara. los brotes comenzaron a surgir lentamente y yo con mucha paciencia regaba el pequeño retoño. Pasado el tiempo tenia ante mis ojos un gran arbol fuerte y robusto. era un manzano y a mi me encantaban las manzanas. sus frutos comenzaban a asomar aun demasiado verdes para ser degustados y yo me moria de la inpaciencia. un día me pare a mirarlo y vi a sus pies una pequeña manzana, se habia caido por estar demasiado madura ( y eso que faltaba un mes para la recoleccion) La cogi y la lave cuidadosamente. la di un mordisco, su sabor era demasiado dulce y empalagoso por lo que no pude terminarla. al dia siguiente volvi a mirar el arbol, tenia hambre, cogi uno de los frutos que colgaba de sus ramas inferiores y lo mordi, aun estaba verde, era duro y no sabia nada bien... asi pasaron los dias y me di cuenta que el arbol que tanto habia mimado daba unos frutos o empalagosos o insipidos, o demasiado agrios o demasiado dulces. cuando llego el dia de la recoleccion cogi mi cubo y mi escalera y me dispuse a quitar todas las manzanas. estube toda la mañana atareado en mi labor y pare a descansar. me tumbe en el suelo placidamente y vi en la copa del arbol una manzana increible. Era de un verde delicioso que brillaba a la luz del sol, era la manzana mas elevada y por lo tanto la mas dificil de alkanzar. Cogi mi escalera medio hipnotizado y trepe por ella, no era suficiente, no podia alcanzarla. intente estirarme todo lo que pude, casi dispuesto a tocar el cielo, pero aun asi no pude coger el fruto deseado. cabezon en mi labor, me aferre a las ramas y comence a trepar por ellas, me daba bastante vertigo y avanzaba muy lentamente, pero a lo lejos veia el fruto brillar. Despues de un astiado esfuerzo consegui alcanzarla y bajar con ella hasta el suelo. la lave muy cuidadosamente y me la comi. fue muy placentero, era la mejor manzana que habia probado en mi vida, y entonces me acorde de la leccion que despues de muerta me habia dado mi madre.

Las mejores personas, son las mas dificiles de alcanzar.

No hay comentarios: